Ingredientes
100 gramos de azúcar
100 gramos de harina
100 gramos de mantequilla en pomada
Medio sobre de levadura
2 huevos
1 pizca de sal
1 cucharada de ron (en mi caso no se la añadí, porque no tenía en casa)
200 gramos de albaricoques
Separamos las claras de los huevos. En un bol añadimos la mantequilla en pomada, el azúcar, la cucharada de ron y las yemas de los huevos.
Batimos con fuerza, con ayuda de un tenedor o de unas varillas, durante unos tres minutos, hasta obtener un compuesto espumoso y blanquecino.
Tamizamos la harina junto con la levadura y la añadimos al compuesto anterior, incorporándola con movimientos envolventes.
Montamos las claras a punto de nieve firme y las agregamos a la mezcla anterior. Nuevamente, utilizamos movimientos envolventes para evitar que el bizcocho pierda aire.
Colocamos la masa para el bizcocho en un molde de horno. Lavamos y partimos los albaricoques por la mitad, retirándoles el hueso. Los colocamos sobre el pastel con el hueco hacia arriba, presionando ligeramente para que se hundan un poco en la masa.
Introducimos nuestro pastel en un horno precalentado a 200 grados durante unos 35 minutos, hasta que veamos que el pastel está dorado. Desmoldamos y, si queremos, decoramos con azucar glass.