jueves, 18 de agosto de 2016

Tarta fría de café y nata

Ingredientes

Para la base
130 gramos de galletas digestive
75 gramos de mantequilla
2 cucharaditas de Nescafé

Para la crema de café
200 gramos de queso Philadelphia
200 ml de nata para montar
120 gramos de azúcar
3 cucharadas de café
2 cucharadas de Baileys, brandy u otro licor
3 hojas de gelatina
3 cucharadas de leche
Para la crema de nata
200 gramos de queso Philadelphia
200 ml de nata para montar
90 gramos de azúcar
3 hojas de gelatina
5 cucharadas de leche
Cacao para espolvorear

Empezamos preparando la base de galletas. Para ello, trituramos las galletas, las mezclamos con la mantequilla en pomada y el café y la colocamos en la base de un molde con ayuda de las manos. Reservamos en el frigo.



Hidratamos 3 hojas de gelatina en agua fría. Montamos la nata (que debe estar bien fría) con ayuda de unas varillas eléctricas y reservamos en el frigo.











Preparamos la crema de café mezclando el queso, el azúcar y el café. Agregamos el licor y volvemos a mezclar los ingredientes con unas varillas o con la ayuda de la batidora.




Ponemos en un cazo las tres cucharadas de leche y, cuando empiece a hervir, escurrimos las hojas de gelatina, retiramos el cazo del fuego y las añadimos a la leche. Mezclamos con una cuchara.


Añadimos la nata montada a la crema de café con movimientos envolventes. Cuando la leche se haya enfriado ligeramente, la añadimos a la crema.



Vertemos la crema de café en el molde sobre la base de galletas, la cubrimos con papel film y la metemos en el frigorífico unas dos horas, hasta que la capa se haya solidificado.




Una vez la primera capa esté lista, preparamos la crema de nata. Para ello, volvemos a montar la nata por un lado. Por otro, mezclamos el queso Philadelphia con el azúcar y, una vez listo, unimos ambas preparaciones.




Calentamos cinco cucharadas de leche en un cazo y, cuando empiece a hervir, la retiramos del fuego y añadimos tres hojas de gelatina previamente hidratadas. Cuando la leche esté templada, la vertemos en el bol junto a la crema de nata.




Cuando esté lista la crema de nata, la vertemos en el molde de nuestra tarta sobre la capa de café y volvemos a meterla al frigo (tapada con un papel film) durante un par de horas, hasta que esté lista.






Cuando la tarta se haya solidificado, espolvoreamos cacao por encima o añadimos la decoración que queramos y... ya está lista para comer.

martes, 9 de agosto de 2016

Risotto con champiñones y pimiento verde

Ingredientes
1 vaso pequeño de arroz por persona
1 vaso de vino blanco
2 vasos de caldo de pollo por cada vaso de arroz
Cebolla
Champiñones
Pimiento verde
Aceite de oliva
Mantequilla
Queso parmesano o grana padano
Sal





Echamos un chorro de aceite de oliva y una cucharadita de mantequilla en una sartén. Rallamos media cebolla y el pimiento verde picado en cuadritos pequeños y dejamos que se poche.



Mientras tanto, vamos cortando los champiñones en láminas finas (podemos añadir tantos como queramos). Cuando el pimiento y la cebolla estén pochados, añadimos los champiñones a la sartén.





Cuando todos los ingredientes de la sartén estén bien cocinados, añadimos el arroz y le damos vueltas.








Vertemos el vaso de vino blanco y seguimos dándole vueltas al risotto con la cuchara de madera.




Una vez que el arroz haya absorbido todo el vino blanco, vamos añadiendo poco a poco el caldo de pollo sin dejar de remover. Echamos una pequeña cantidad y (sin dejar de dar vueltas) dejamos que el arroz absorba bien el líquido antes de volver a añadir caldo. Podemos probarlo y ajustar de sal y pimienta.




Es importante no dejar de darle vueltas al arroz durante todo el tiempo para conseguir que suelte el almidón y quede con una textura cremosa.


Una vez transcurridos unos 20 minutos, cuando el arroz ya esté cocinado, añadimos una nuez de mantequilla y queso parmesano o grana padano a nuestro gusto. Integramos bien los ingredientes y dejamos reposar fuera del fuego unos minutos antes de servir.




Podemos preparar una ensalada de tomate, mozzarella, albahaca y aceite de oliva para acompañar a nuestro risotto.





El arroz debe quedar cremoso, pero no caldoso, y con mucho sabor.