sábado, 22 de abril de 2017

Pan brioche para torrijas



Ingredientes

100 ml de leche
450 gr de harina de fuerza
75 gr de azúcar
80 gr mantequilla
3 huevos
25 gr de levadura fresca










Echamos una cucharada de azúcar a los 100 mililitros de leche y disolvemos la levadura en el mismo vaso con ayuda de una cucharilla.




Batimos los tres huevos en un bol y añadimos la leche cuando estén bien batidos.





Agregamos la mantequilla derretida dentro del mismo bol y el azúcar restante. Mezclamos bien.


Añadimos la harina poco a poco y la vamos integrando poco a poco con ayuda de un tenedor. Cuando hayamos incorporado toda, pasamos la masa a la mesa de trabajo y comenzamos a amasarla.


Trabajamos la masa unos 15 minutos e incorporamos más harina si vemos que la masa se nos queda pegada en las manos y no podemos trabajarla bien. La boleamos y la dejamos reposar en un bol ligeramente enharinado durante unas dos horas, tapada con un paño de cocina.








Una vez transcurridas las dos horas, la masa habrá doblado su tamaño. La ponemos otra vez sobre la mesa y la golpeamos para quitarle el aire.



Le damos forma de barra de pan y la ponemos sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear o papel albal. La cubrimos con un paño de cocina y la dejamos reposar una media hora para que vuelva a aumentar de tamaño

Precalentamos el horno a 200 grados y horneamos el pan durante media hora. A mitad de cocción, si vemos que se está dorando demasiado, podemos cubrirlo con un trozo de papel albal.

Este pan podemos comerlo en rebanadas en el desayuno a modo de tostadas, por sí solo o utilizarlo para preparar torrijas en Semana Santa.







Para preparar las torrijas, comenzaremos cortando nuestro pan en rebanadas gruesas.









Infusionamos un litro de leche entera con media cáscara de limón, media cáscara de naranja, un palo de canela, vainilla y un poco de miel. Lo dejamos al menos quince minutos al fuego sin que llegue a hervir para que la leche coja todos los aromas. Una vez lista, retiramos las cortezas.









Pasamos las rebanadas de pan por la leche hasta que se empape bien y por huevo batido.



Freímos las torrijas en una sartén con abundante aceite hasta que estén bien doraditas.



Una vez fritas, las dejamos en una bandeja con papel de cocina para que pierdan parte del aceite de fritura y no estén grasientas.



Cuando hayan escurrido un poco, las rebozamos en una mezcla de azúcar y canela y ya están listas para comer.


lunes, 10 de abril de 2017

Pan de leche con nutella

Ingredientes

500 gramos de harina de fuerza
250 ml de leche entera
50 gramos de azúcar
70 gramos de mantequilla
1 huevo
15 gramos de levadura fresca
Una pizca de sal



Tamizamos la harina con una pizca de sal y las colocamos en un bol grande. Calentamos la leche y, una vez que esté tibia, disolvemos en ella la levadura fresca.




Vertemos la leche con la levadura en el bol en el que teníamos nuestra harina. Añadimos también el huevo batido, el azúcar y la mantequilla blandita.


Trabajamos bien la masa con las manos sobre una superficie limpia enharinada.


La dejamos reposar durante unas 3 o 4 horas hasta que doble el volumen. Esta masa tarda mucho en levar, por lo que os recomiendo que preparéis la masa de noche y la dejéis en el frigorífico cubierta con papel film hasta la mañana siguiente. La sacamos del frigo y la dejamos templar.






Una vez lista, le quitamos el aire y la dividimos en porciones más o menos iguales.





Estiramos la masa con el rodillo hasta dejarlas más o menos de un centímetro de grosor. 

Una vez lista la masa, le hacemos unos cortes verticales en uno de los extremos con un cuchillo, como se ve en la foto.





Ponemos un poquito de Nutella o crema de cacao en cada uno de nuestros bollitos. Este es un paso opcional. Podemos hacer los bollos sin nada y comerlos después con mermelada en el desayuno.





Envolvemos el pan de leche sobre sí mismo, empezando por el lado en el que se encuentra la crema de cacao y dejando los cortes por fuera.


 



Colocamos los bollos en una bandeja de horno y los dejamos levar (tapados con un paño) durante un par de horas. Una vez listos, los pintamos con un poco de leche entera.



Los metemos al horno precalentado a 200 grados durante unos 10 minutos. Estarán listos cuando estén bien dorados. Los dejamos enfriar en una rejilla antes de comer.