200 ml de nata
150 gramos de queso Emmental rallado
100 gramos de champiñones
120 gramos de jamón york
3 huevos
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Una lámina de masa quebrada
Limpiamos y laminamos los champiñones. Los doramos en una sartén con un poco de aceite y reservamos.
En la misma sartén, sofreímos el bacon cortado en tiras y reservamos.
Ajustamos la masa quebrada en un molde redondo de paredes bajas. Pinchamos la masa ligeramente con un tenedor.
Ponemos un papel vegetal sobre la masa y alguna legumbre para que haga peso (garbanzos, alubias...). Cocemos en blanco la masa en el horno a 180 grados durante unos 15 minutos. Sacamos del horno y dejamos que se temple.
En un bol, batimos los huevos y añadimos la nata, la sal, la pimienta y nuez moscada al gusto. Una vez batido, incorporamos el queso rallado.
Colocamos sobre la masa, el champiñón, el bacon y el jamón serrano cortado en tiras.
Vertemos por encima la mezcla de huevos, nata y queso y lo metemos en el horno que seguirá a 180 grados durante unos 30 o 40 minutos, hasta que se haya dorado ligeramente y al pinchar la quiche, veamos que el palillo o tenedor sale limpio.
Una vez dorada, ya estaría lista para comer. Podemos esperar a que se enfríe y cortarla en cuadraditos pequeños si queremos servirla como aperitivo.
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