250 ml de nata
100 gramos de azúcar
300 gramos de harina
2 yemas de huevo
Ralladura de limón
Separamos las claras de las yemas de los huevos. En un bol, ponemos las dos yemas y añadimos el azúcar. Mezclamos bien.
Una vez tengamos una mezcla blanquecina, añadimos la nata al bol y mezclamos bien los ingredientes.
Aromatizamos las galletas con la ralladura de un limón (opcional).
Añadimos la harina poco a poco para que se integre bien y nos ayudamos de una cuchara para mezclar los ingredientes.
Damos forma de bola a la masa con las manos, la envolvemos en papel film y la metemos en la nevera durante al menos una hora.
Una vez transcurrido este tiempo y con la ayuda de un rodillo, estiramos la masa sobre la superficie de trabajo.
Con ayuda de un cortapastas, cortamos la forma de galleta que queramos.
Colocamos las galletas en la bandeja del horno y la metemos en el horno precalentado a 180 grados durante unos 15 minutos.
Las galletas estarán listas cuando estén ligeramente doradas. Una vez listas, las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla antes de consumirlas.