1 vaso pequeño de vino blanco
1 vaso de aceite de girasol (usamos el mismo vaso que antes como medida)
1 vaso de azúcar
330 gramos de harina integral
12 gramos de levadura
Una pizca de sal
Azúcar y canela para rebozar las rosquillas
En un bol, vertemos el vino blanco y el aceite de girasol. Añadimos el vaso de azúcar y mezclamos bien.
Agregamos asimismo la harina integral, la levadura y una pizca de sal. Mezclamos bien para obtener la masa de las rosquillas.
Mezclamos los ingredientes con ayuda de una cuchara o tenedor y, cuando esto no sea posible, lo hacemos con las manos. La masa tiene que quedar bastante húmeda, pero apenas debepegarse a las manos al trabajarla. Dejamos reposar la masa unos 30 minutos antes de hacer las rosquillas.
Cogemos pequeñas porciones de masa y hacemos un churro con cada una de ellas. Unimos ambos extremos del churro en forma de rosquilla, las rebozamos en una mezcla de azúcar y canela y las colocamos en una bandeja para el horno.
Las colocamos en una bandeja para horno sobre una lámina de silicona o papel de hornear, dejando un espacio entre ellas. Las metemos en el horno precalentado a 180 grados durante unos 20-25 minutos (hasta que estén ligeramente doradas) y ya estarían listas para comer.
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Fuente: Una pincelada en la cocina |