miércoles, 25 de marzo de 2020

Galletas de garbanzos y chocolate

Ingredientes

200 gramos de garbanzos cocidos
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
15 gramos de harina de avena
15 gramos de copos de avena
Una cucharada de cacao puro
Dos dátiles
Canela
Chocolate 85%




Estas galletas son sencillísimas de preparar. Comenzamos lavando los garbanzos (si los hemos comprado ya cocidos) y los trituramos junto con el aceite.



Añadimos la avena (los copos y la harina), los dátiles, el cacao puro y la canela y seguimos triturando con ayuda de una batidora.



Formamos bolas de un tamaño similar con las manos, las ponemos sobre una bandeja de horno (cubierta con papel vegetal) y las aplastamos con ayuda de los dedos.



Colocamos media onza de chocolate negro encima de cada galleta y las horneamos con el horno precalentado a 180ºC durante unos 25 minutos, hasta que se doren y queden un poco duras.








Están muy buenas y (lo creáis o no) no saben nada a garbanzos. Se pueden conservar durante una semana aproximadamente en un taper o bote de cristal en el frigorífico.
Receta de: @blancanutri

martes, 10 de marzo de 2020

Bizcocho de manzana asada y naranja sin azúcar

Ingredientes

1 yogur
180 gramos de avena molida
Media naranja
1 manzana asada (o un plátano maduro)
3 dátiles (o 2 medjoul)
2 cucharaditas de aceite de oliva
3 huevos
Canela al gusto
2 cucharaditas de levadura


Pelamos la manzana, la cortamos en trozos y la ponemos en un plato. Espolvoreamos con canela y la asamos dos minutos en el microondas a máxima potencia cubierta con una tapa.




Una vez la manzana esté asada, reservamos.





En un bol, ponemos el yogur, los tres huevos y el aceite.




Añadimos también la fruta: la media naranja, la manzana asada y los dátiles y trituramos todo.





Por último, incorporamos también la harina de avena y la levadura y volvemos a triturar.











Metemos en el horno precalentado a 180º C unos 20-30 minutos. Es un bizcocho muy fácil de hacer, sano y está riquísimo.

Receta de: @blancanutri

domingo, 23 de febrero de 2020

Quiche lorraine sin nata ni harinas refinadas

Ingredientes

130 gramos de harina de avena
115 gramos de harina de trigo integral
5 gramos de levadura en polvo
3 huevos
200 gramos de requesón
30 ml de aceite de oliva
150 mlde agua
Verduras (en mi caso utilicé un pisto de puerros, pimientos, zanahoria y calabaza)
Queso rallado o mozzarella
Tomatitos cherry para decorar (opcional)





Mezclamos en un bol las harinas con la sal.




Añadimos el aceite de oliva y el agua y vamos removiendo para que se incorporen todos los ingredientes y logar una masa elástica. Os recomiendo verter el agua poco a poco, ya que es posible que no la necesitéis toda.




Trabajamos la masa con las manos. Debemos conseguir una masa elástica y que no se nos pegue a los dedos. Para ello, podemos añadir más agua y/o harina dependiendo de que esté, respectivamente, demasiado dura o excesivamente pegajosa.




Una vez nuestra masa esté lista, la estiramos con un rodillo sobre la mesa de trabajo previamente enharinada.


Colocamos la masa de forma que cubra bien el fondo y las paredes del molde que vayamos a utilizar para la quiche. La metemos en el horno previamente precalentado a 180 grados durante 20 minutos.



Entre tanto, batimos los huevos junto con el requesón, la levadura y una pizca de sal. Añadimos las verduras y, una vez esté cocinada la masa, vertemos el relleno sobre ésta.


Añadimos un poco de queso rallado por encima (o mozzarella) y decoramos con los tomates cherry cortados por la mitad. Volvemos a introducir la quiche al horno durante unos 40 minutos, hasta que veamos que el relleno está listo y la superficie dorada.











Una vez listo, ya lo podemos comer.









Receta de: @diariodeunadietista

jueves, 13 de febrero de 2020

Vasitos de mousse de queso y arándanos

Ingredientes para la mousse de queso

3 hojas de gelatina
1 yogur griego
200 gramos de queso untar tipo Philadelphia
140 ml de nata para montar
60 gramos de azúcar
3 cucharadas de leche


Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría y reservamos. Mientras tanto, montamos la nata, que debe estar bien fría, con unas varillas eléctricas. Podemos montar 200 mililitros y reservar 60 para la segunda capa de nuestros vasitos, ya que la vamos a necesitar posteriormente. 


En un cuenco, mezclamos el yogur, el queso de untar y el azúcar. Incorporamos a la nata montada con las mismas varillas o con movimientos envolventes.


Calentamos la leche en el microondas y, una vez caliente, disolvemos en ella las hojas de gelatina, bien escurridas.



Una vez la leche se temple, la incorporamos a la mezcla interior con movimientos envolventes, para que no se nos baje la mousse.


Repartimos la mousse de queso en vasitos individuales y los metemos en la nevera. Mientras se enfrían, pasamos a preparar la segunda capa del postre.

Ingredientes para la mousse de arándanos

3 hojas de gelatina
125 gramos de arándanos
45 gramos de azúcar
100 gramos de queso de untar tipo Philadelphia
60 mililitros de nata montada
3 cucharadas de leche
1 cucharada de agua





De nuevo, volvemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría y, si no hemos reservado nata montada, montamos 60 mililitros. Reservamos.



Ponemos en una sartén al fuego los arándanos junto con el azúcar y la cucharada de agua a fuego vivo, hasta que comience a hervir.





Una vez esté hirviendo, bajamos el fuego y dejamos que se haga durante unos cinco minutos. Retiramos del fuego.



Cuando los arándanos se hayan templado un poco, los mezclamos con el queso tipo Philadelphia.



Trituramos el queso y los arándanos con ayuda de una batidora.



Para acabar, incorporamos el puré de arándanos y queso a la nata montada con movimientos envolventes o con ayuda de unas varillas.



Distribuimos esta segunda capa en nuestros vasitos y dejamos enfriar en la nevera antes de servir para que cojan consistencia.

Fuente: Una pincelada en la cocina

lunes, 13 de enero de 2020

Carrot cake sin harinas ni azúcares refinados

Ingredientes para el bizcocho
85 gramos de copos de avena
4 huevos
3 zanahorias
50 gramos de anacardos
50 gramos de almendras
85 gramos de dátiles sin hueso
10 higos secos
2 orejones
Esencia de vainilla
Jenjibre en polvo
Canela en polvo
Nuez moscada
Zumo de medio limón


Comenzamos batiendo los copos de avena hasta conseguir harina. Picamos también los frutos secos, con cuidado de no picarlos demasiado, ya que se pueden hacer mantequilla.




Mezclamos la harina de avena y el polvo de frutos secos en un bol. Separamos las claras de las yemas de los cuatro huevos y montamos las claras a punto de nieve. Reservamos en el frigorífico.











Picamos los dátiles, los higos y los orejones y los mezclamos con el polvo de harina y frutos secos. 










Incorporamos también la esencia de vainilla, el zumo de limón, las yemas de los huevos y las especias para hacer el bizcocho de nuestra carrot cake.






Pelamos y rallamos las zanahorias del tamaño que nos guste.






Incoroporamos la ralladura de zanahoria en la mezcla anterior.



Poco a poco y con movimientos envolventes, integramos las claras montadas a punto de nieve al resto de los ingredientes. Os daréis cuenta de que, lo que era antes una masa compacta y pegajosa, se va haciendo poco a poco más esponjosa.


Vertemos la mezcla anterior en el molde elegido para hacer nuestra tarta (que previamente habremos pintado con mantequilla o puesto un papel vegetal para hornear) y lo metemos en el horno precalentado a 180º durante 40 minutos.

Ingredientes para el frosting

200 mililitros de nata para montar
150 gramos de queso mascarpone


Transcurridos los 40 minutos de horneado (o bien cuando al introducir un tenedor, veamos que éste sale limpio), sacamos nuestro bizcocho del horno y lo dejamos enfriar. Vamos a preparar la cobertura de la tarta.



Para ello, montamos la nata bien fría con ayuda de unas varillas eléctricas o a mano y le incorporamos el mascarpone.



Vertemos la cobertura por encima del bizcocho (totalmente frío ya) y lo dejamos un par de horas en la nevera para que se enfríe bien.



Si queréis, podéis incorporar algo de azúcar a la cobertura de nata y queso, pero no es necesario, ya que la base es lo suficientemente dulce.


El resultado es una tarta buenísima, sin utilizar azúcar ni harina refinada y nos sirve también para aprovechar aquellos restos de higos u orejones que podamos tener en casa después de las navidades.
Fuente: No solo comida