3 cucharadas de pimentón dulce
1 cucharada de pimienta molida
2 cucharaditas de sal
Media cucharadita de comino
Media cuyaradita de cayena molida
Aceite de oliva
Mezclamos las especias con el aceite de oliva para crear una pasta y la frotamos sobre los costillares con ayuda de las manos.
Envolvemos los costillares en papel film y los metemos en el frigorífico entre cuatro y veinticuatro horas.
Entre tanto, podemos preparar la salsa barbacoa.
200 gramos de azúcar
200 ml de ketchup
4 cucharadas de salsa Worcestershire
2 cucharadas de mostaza de Dijon
El zumo de dos naranjas
200 ml de zumo de manzana
100 ml de bourbon u otro licor (en mi caso, utilicé Brandy)
Unas gotas de tabasco
Ponemos todos los ingredientes de la salsa en una cazuela y la llevamos a ebullición durante unos 10 minutos. Desespumamos si vemos que es necesario. Si la salsa queda demasiado líquida, podemos añadir un poco de maicena disuelta en agua para espesarla.
Colocamos las costillas en una bandeja de horno con la carne hacia arriba y las cubrimos con papel albal. Las horneamos a 200 grados durante 30 minutos. Pasado este tiempo, las sacamos, las untamos con salsa barbacoa y horneamos otros 30 minutos con papel albal. Transcurrida la media hora, les damos la vuelta una última vez, las pintamos con salsa barbacoa por el otro lado y las horneamos entre 10 y 15 minutos sin papel albal para que se doren.
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