110 gramos de mantequilla en pomada
90 gramos de azúcar
3 huevos
180 gramos de harina
30 gramos de almendra molida
70 gramos de pasas
160 gramos de fruta confitada
1 sobre de levadura
1 cucharadita de esencia de vainilla
3 cucharadas de brandy o ron
Zumo de naranja
Ralladura de limón
Una pizca de sal
Para el glaseado
70 gramos de azúcar glas
Zumo de naranja
El día anterior a elaborar el plum cake, ponemos las pasas en un recipiente y las dejamos macerar con las tres cucharadas de brandy o un licor a nuestro gusto. Transcurrido este tiempo, escurrimos las pasas y reservamos el licor para el bizcocho.
Comenzamos pintando el molde con un poco d aceite o mantequilla y cubriéndolo con papel de hornear. Cortamos las frutas escarchadas en trozos pequeños y reservamos
En un bol, ponemos la mantequilla a punto de pomada junto con el azúcar y batimos bien hasta que la mezcla esté blanquecina.
Incorporamos los huevos uno a uno sin dejar de remover bien con unas varillas.
Tamizamos la harina y la levadura con ayuda de un tamiz o colador e incorporamos los ingredientes a la masa con movimientos envolventes. Añadimos la pizca de sal y la almendra molida.
Incorporamos la cucharadita de esencia de vainilla, una cucharada de zumo de naranja, el brandy que habíamos utilizado para macerar las pasas y la ralladura de limón.
Finalmente, añadimos a la masa las frutas confitadas y las pasas y mezclamos bien para que se distribuyan por todo el plum cake.
Vertemos la masa en el molde de plum cake, alisamos ligeramente la superficie con ayuda de una lengua o cuchara y lo metemos en el horno precalentado a 180 grados durante unos 50-60 minutos, hasta que la superficie se haya dorado.
Una vez listo, lo sacamos del horno, desmoldamos (cuando le haya dado tiempo a enfriarse un poco) y dejamos que se enfríe bien sobre una rejilla de horno.
Para preparar el glaseado, ponemos en un bol el azúcar glas, incorporamos un par de cucharas de zumo de naranja y damos vueltas hasta obtener una pasta.
Vertemos el glaseado sobre el bizcocho y lo decoramos con frutas confitadas (en este caso yo opté por una decoración similar a un acebo).
Fuente: Una pincelada en la cocina |
Se puede servir solo con un café o bien con un poco de helado de nata o vainilla.