185 gramos de leche condensada
175 gramos de galletas maría
80 gramos de mantequilla
400 gramos de queso tipo Philadelphia
2 sobres de cuajada
2 mangos grandes (unos 500 gr cada uno)
500 mililitros de leche
100 gramos de azúcar
Comenzamos triturando las galletas maría con ayuda de una picadora. Si no tenemos picadora, las podemos meter en una bolsa de plástico y aplastarlas con un rodillo de amasar.
Pelamos uno de los mangos y lo trituramos con la batidora.
Ponemos en un bol 100 mililitros de leche y disolvemos en ella los dos sobres de cuajada, mezclando muy bien.
En un cazo ponemos los 400 mililitros de leche restantes, la leche condensada, el queso y el mango triturado. Mezclamos bien y removemos a fuego suave con unas varillas hasta que empiece a hervir.
Una vez la leche empiece a hervir, incorporamos la cuajada disuelta y damos unas vueltas. Esperamos a que vuelva a hervir sin dejar de darle vueltas con la varilla y, cuando espese ligeramente, retiramos del fuego.
En un molde de tartas con aro desmoldable y engrasado hacemos una base con el polvo de las galletas y la mantequilla a temperatura ambiente. La aplastamos bien con ayuda de las manos para cubrir todos los bordes.
Cuando la leche se haya templado un poco, la vertemos sobre la base de galletas y dejamos que se enfríe en la nevera al menos durante cuatro horas.
Para hacer el coulis de mango, ponemos a calentar en un cazo los trocitos de mango junto con el azúcar. Dejamos cocer unos minutos, dándole vueltas con una cuchara de madera. Retiramos cuando veamos que el mango está tierno y trituramos con una batidora.
Cuando la base de la tarta esté cuajada, extendemos el coulis de mango por la superficie y ya está lista para comer.
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