lunes, 29 de febrero de 2016

Pizza

En este mes loco en el que apenas he podido actualizar el blog, os presento una receta relativamente rápida (aunque, por supuesto, hay que esperar a que la masa fermente) y muy socorrida. La masa hecha en casa no tiene comparación con ninguna de las que se puedan comprar en supermercados y, además, es muy sencilla de hacer y solo se necesitan un puñado de ingredientes. Ahí va la receta.

Ingredientes

500 gramos de harina
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cubo de levadura fresca
Una pizca de sal
Una cucharadita de azúcar






Llenamos un vaso grande de agua tibia, echamos la levadura y removemos con una cucharilla para que se disuelva bien.








En un bol ponemos la harina, el aceite, el azúcar y la sal, añadimos el agua con la levadura y removemos con una cuchara.




Trabajamos la masa con las manos muy bien sobre la mesa de trabajo. Nos debe quedar una masa elástica, que no se pegue a nuestras manos.



Una vez trabajada la masa, la colocamos en el bol y la dejamos que fermente unas tres horas. Tapamos el bol con papel film o un paño seco.


Transcurrido este tiempo, la masa habrá doblado su tamaño. La colocamos sobre la mesa de trabajo enharinada y la extendemos con ayuda de un rodillo de cocina.



Extendemos nuestra masa de pizza sobre una bandeja de horno en la que habremos extendido papel vegetal o papel albal para evitar que se nos pegue.




Añadimos a la pizza tomate, orégano y albahaca y mozzarella fresca.


Agregamos los ingredientes que más nos apetezcan y metemos en el horno a unos 250 grados durante media hora más o menos.



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